jueves, 31 de mayo de 2007

LA ASAMBLEA IDENTITARIA, UN PROYECTO DE CONVERGENCIA IDENTITARIA

Desde la redaccion de este blog, queremos comunicaros nuestra adhesión al proyecto Asamblea Identitaria y articulado a traves del boletín mensual OPPIDUM, del que os hablamos hace unos meses ya hecho realidad.

No se trata de la desaparición de este blog mediante la integración en otro. Tampoco se trata de la creación de una organización política a nivel local, ni estatal.
Se trata de una convergencia identitaria de diferentes grupos y personas particulares en la que deseamos que tú también esté involucrado.

Radio Esparta va a seguir trabajando, de eso no hay duda.
Pero ahora, disfrutad de una buena lectura ...

viernes, 25 de mayo de 2007

Última entrega: EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (IX)

9 - Dos visiones del mundo incompatibles

Es la incompatibilidad fundamental entre dos visiones del mundo, lo arraigado y lo cosmopolita, lo que condena a los regionalistas y a los separatistas a figurar, según la voluntad de las circunstancias, como agradables perturbadores inofensivos, "idiotas útiles" o incomprensibles peligrosos. No incluirlo expone a todas las recuperaciones y a todas las explotaciones.

¿Los Bretones, Vascos, Occitanos y todas las demás nacionalidades sujetas al Estado francés abandonarán los papeles de eternos suplentes?

¿Pensarán finalmente en términos de combate étnico y lucha de pueblo?

¿Dejarán de repetir los tópicos políticos impuestos para forjarse su propia doctrina?

¿Olvidarán "lo típico" frente a una actitud más neta, más autónoma, más libre en una palabra, de los diktats ideológicos dominantes?

¿Se incorporarán a la gran corriente que comenzó, desde el final de la URSS, a reorganizar la cara, las caras, del mundo rompiendo los grandes sistemas universalistas?

¿Encontrarán conscientemente la vía del Pueblo arraigado, distinto y solidario, que será la realidad del milenio que deberá llegar?

1993 puede responder afirmativamente y desarrollarse, en el Estado francés, en Europa y en el mundo, mediante una auténtica dinámica identitaria.



PHILLIPE JOUET

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EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (VIII)

8 - Viaje en la historia.

Los partidarios del pueblo, lejos rendirse sobre la defensa exclusiva de la lengua étnica - que debe sin embargo seguir siendo el hogar de las convergencias militantes- , y descuidar las otras implicaciones de su acción (a este respecto, las escuelas en lengua "regionales" como lo son las Diwan en Bretaña, Ikastolak en Euskadi, las Calendretas catalanas, etc..., no tienen que abrirse a otros grupos étnicos, lo que estaría en contradicción total con su misión), deben recurrir en adelante a un conjunto de conceptos que son las mismas que aquéllas cuyo sistema quiere hacer desaparecer. Sólo una nueva antropología puede fundar la existencia real del regionalismo etnicista. Entre los grandes temas del combate del pueblo, el recurso a los orígenes se siente privilegiado.

El sentimiento de la pertenencia popular se realiza siempre al mismo tiempo que el sentimiento de la historicidad. En su Imperio estallado, Hélène de Encausse observó que la asimilación afecta principalmente, sin considerar eltamaño, a las naciones que no tienen "un patrimonio cultural histórico que defender o ser defendido". No pasa de manera diferente en elOeste. El pueblo que sobrevivirá a tal efecto del milenio es el que sepa resistir las fuerzas de la asimilación lingüística, cultural, genética y económica. Los otros se convertirán en la nada. Es la ley del dejar de ser al ser.

EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (VII)


7 - Un fenómeno europeo, hoy, mundial.

En realidad el resurgir de las etnias es un fenómeno mundial que ha sido la continuación del hundimiento de los grandes sistemas universalistas de pensamiento y control: se traduce en la búsqueda de una identidad lingüística (la lengua es el "criterio sintético" de l etnicidad, retomando la expresión del occitanista François Fontan), la objetivación del patrimonio popular, la búsqueda de una economía autocentrada, la llamada a la Historia nacional y a los mitos fundadores del pueblo, la vuelta del ciudadano hacia formas de expansión cívica a tamaño humano. Europa entera vivió este recurso en eñ siglo XIX.

Es lo que garantizó el revulsivo del pueblo, de Flandes a Eslovaquia, de Hungría a los Eslavos y a los Bálticos ...

Francia apenas lo conoció, y el pueblo al quien contenía solo se le observo pequeñas muestras (Villemarqué, de Coussemaker, Mistral). Francia ya disponía de su "ideología", el universalismo de las Luces, impuesto por sus profesores y sus propagandistas. No podía reconocerse en las llamadas a las tradiciones populares, a las Historias particulares, a los patrimonios reales y arraigados. La casta intelectual y política francesa, desde el principio del siglo XVIII, en realidad desde al menos el XVI, se funda una ideología pura, un Estado puramente centralizado, modelo abstracto y "razonable" del género humano. Francia nunca ha conocido otra ideología oficial. ¿Cómo podría cambiar hoy sus prácticas mentales? "quién sabe", escribía el lúcido Ernest Renan, si Francia no habrá desaparecido cuando las ideas francesas hayan conquistado el mundo?"

Ya que "es la suerte de un pueblo que quiere ser una misión sobre los otros pueblos que debe pagar el precio de esta misión". Renan no pensaba en el Estado francés, sino en el pueblo francés, en la realidad sustancial de la etnia. Hoy sabemos que no fue culpable.

martes, 22 de mayo de 2007

EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (VI)

6 - Resurgimiento de la necesidad de pertenencia étnica

Se reprochó a los movimientos nacionales étnicos de inspirarse sobre una temática en parte falsa, o incluso inventada. Recodemos cómo la crítica comunista negaba todo lo serio "científico" u "objetivo" al nacionalismo bretón pretendiendo poner al día esos "orígenes" bajo el pretexto, por otra parte erróneo, de que Villemarqué habría inventado su Barzhaz Breizh como lo fue Macpherson con su Ossian. Aún cuando esto era verdadero, sería necesario dar cuenta de la aparición, en el siglo XX, de estos "nacionalismos románticos" que la Historia nos devuelve hoy de sorprendente manera. Sería necesario preguntarse sobre la aparición de esta necesidad de pertenencia étnica en un momento preciso de la Historia. Un materialismo (final) de la Historia que se basa en los postulados pseudocientíficos del marxismo no puede explicar la "pretensión colectiva de nación" (solo podría explicar a traves de la literatura el conocimiento de la Bretaña de los siglos XII y XIII). El liberalismo por su parte no puede tampoco explicarlo, puesto que pretende borrar las naciones mediante el Mercado.

jueves, 17 de mayo de 2007

EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (V)

5 – El pretendido « derecho a la diferencia ».

En realidad, el interés por la cultura bretona, o vasca, o corsa, o cualquier otra cultura del pueblo del que se es resultante (incluidas las "culturas inmigradas"), supone el reconocimiento de una personalidad étnica más o menos afirmada y en consecuencia el sentimiento de una "diferencia" esencial. Conviene seguramente aquí hacer una observación: la "diferencia" tanto elogiada por nuestros modernos ideócratas a raíz del gran show de 1968, sirvió en la práctica para todo y, fuera de todo sistema de referencias culturales. El "derecho a la diferencia" desapareció desde hace varios años del vocabulario de información. Dejó de agradar, puesto que no servía ya algunos intereses, sin sentirse directo con la causa del pueblo. ¿A este concepto finalmente muy exterior, no convendría preferir el de cohesión de las culturas y de respeto de las identidades etnoculturales? La "diferencia", en sí misma, no es ni buena ni mala, no se puede construir sobre ella una cultura particular, aún menos servirse como mito movilizador. Un pueblo no se preocupa ser "diferente", él mismo quiere sin embargo serlo, la "diferencia" no es más que una vista exterior de la realidad etnocultural. En qué fundar la pretensión étnica, si no sobre la coherencia y la duración histórica.

domingo, 13 de mayo de 2007

ENTREVISTA DE J.J ESPARZA A ALAIN DE BENOIST

EXTRAIDO DE:http://www.elsemanaldigital.com/arts/49842.asp

28 de abril de 2006.
Alain de Benoist es el principal
teórico de la "nueva derecha" francesa. Treinta años
pensando y escribiendo. Treinta años en el Índice de
los heterodoxos. Hace unos días, un buen amigo nos
permitió compartir mesa:
 
JJE: Es pasmosa la impresión de parálisis que
desprende hoy Europa. Es como si súbitamente todo se
hubiera detenido. Nadie lidera nada dentro de Europa;
Europa no lidera nada en el escenario mundial.
 
A de B: Es el momento más desolador para Europa que he
conocido en mi vida. Todo es banal: la política, los
debates sociales, la cultura de masas. Estamos en
sociedades dormidas con unas clases políticas, en
general, muy mediocres; sobre todo en Francia, donde
nuestros políticos son los mismos de la era Breznev.
Hay algunos países, como Italia, donde es posible
mantener debates públicos interesantes. Pero es una
excepción.
 
JJE: A propósito de políticos: me impresiona esa
bipartición casi simétrica de los europeos en derecha
e izquierda, prácticamente al 50%. La hemos visto en
Alemania y en Italia, pero también existe en Francia y
en España.
 
A de B: Creo que se generalizará en toda Europa. Es un
ejemplo más de esa parálisis de la que hablamos. Todos
los partidos tienden a reagruparse en torno a
programas cada vez más parecidos entre sí: liberalismo
económico, políticas sociales igualitarias, adhesión a
la globalización. Cada vez hay menos espacio para
salirse del esquema. En esas condiciones, sólo un
acontecimiento inesperado, un desastre, una catástrofe
puede determinar vuelcos sustanciales en el reparto de
votos. Pero, ojo, esta parálisis beneficiará sobre
todo a la izquierda: desaparecido el temor a que acabe
con la libertad de mercado, la izquierda enarbola "lo
social" con más convicción que la derecha. Lo tiene
todo a su favor.
 
JJE: ¿Y las políticas locales exasperadas? En España
vivimos una situación singular con Zapatero. Es verdad
que se trata de un fenómeno simplemente local. ¿Qué se
piensa en Francia sobre Zapatero?
 
A de B: Nada. No creo que ni un uno por mil de los
franceses sepa cuál es la política de Zapatero. Entre
el público más informado, hay una convicción: que si
Zapatero alcanza una paz con ETA, habrá socialismo
para diez años. Tampoco hay ningún conocimiento del
problema vasco o catalán; para los franceses, la
cuestión separatista se reduce a Bretaña y Córcega.
Que, por cierto, no pueden ni soñar con una autonomía
parecida a la vasca o catalana. Esto es algo que me
llama la atención: si ya hay una autonomía muy amplia,
¿por qué exactamente se reclama otra?
 
JJE: No es algo que obedezca a razones precisas,
materiales. Más bien hay que verlo como un proceso:
España sufre desde hace tiempo un largo proceso de
descomposición del Estado nacional. El crecimiento de
las regiones en perjuicio del Estado es un episodio
más.
 
A de B: En todas partes se vive un proceso de
descomposición del Estado-nacional. El relevo han de
tomarlo, por un lado, los grandes espacios, y por
otro, las comunidades. Ahí renacerá lo político. Pero
en Europa aún vivimos en un estado de estupor. 

martes, 8 de mayo de 2007

EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (IV)


4 – La ideología francesa

¿Cómo caracterizar este "mal francés" cuyas víctimas son todas las etnias del Hexágono, incluida la “francesa”? La separación Derecha/Izquierda no es aquí de ninguna utilidad, ya que la ideología francesa es compartida tanto por Debré como por Fabius, por Jospin como por Pasqua, por el PCF como por la Acción Francesa. Es la justificación esencialmente teórica de un proyecto a vocación interna y externa, un proyecto que no es propiamente hexagonal puesto que se ejercía al mismo tiempo en un Imperio colonial extendido a los cinco continentes. Se puede definir este proyecto como una tentativa de reducción de la diversidad étnica a un modelo desencarnado e indistinto de "hombre abstracto". Es una voluntad hasta cierto punto de destrucción del pueblo en favor de una utopía "racional" y universalista: una extensa panimixia planetaria (según la terminología del Pr. J. Ruffié) que debe nacer del individuo absoluto, asegurado de una lengua, de una única razón, un único tipo físico, un único status, y sujeto al mismo totalitarismo del Estado "moral". El centralismo no es más que el instrumento de esta voluntad destruir las identidades étnicas, elaborar “cerveza” al pueblo "para fabricar al francés" o, cuando no es ya posible, al "francófono".

Es necesario examinar más de cerca este tema y plantear el problema de la pertenencia "etnoregional" en función del "totalitarismo" de la ideología francesa, hoy planetaria.

lunes, 7 de mayo de 2007

EL FUTURO DE LOS PUEBLOS, ¿UNA NUEVA OPORTUNIDAD? (III)


3 - Del reconocimiento al odio: el Sistema se encuentra.

En absoluto se habría podido pensar en la ampliación de las medidas adoptadas para las lenguas étnicas bajo la Presidencia de F. Mitterrand. Se obtuvieron migajas, una determinada negativa a firmar en forma de prueba. Un artículo del responsable del CNRS Giordan en la última entrega del Boletín “contact”, publicación de la oficina europea para las lenguas menos extendidas (reanudada de Liberación), firma el acta de fracaso de un poder que prometió mucho. El deseo del Pueblo corso, del Departamento vasco o del "sector alsaciano" no existieron. Las posiciones adoptadas en favor de las lenguas regionales permanecen como iniciativas privadas, "fuera de los grupos" y básicamente sin ninguna consecuencia sobre la maquinaria del Estado, lo que prueba bien, básicamente, que hoy como ayer Bretaña o Córcega, Occitania, Cataluña, Flandes, por una parte, y Francia, de la otra, representan elecciones incompatibles. El primero significa cultura auténtica, arraigo, Europa real; la segundo domesticación de información, destrucción de las identidades populares, sistema desencarnado. Eso no cambió y Francia se considera siempre en guerra contra su pueblo: eso durará hasta el último “bretonnant”, hasta el último dialecto del Bicherland. Para asombrarse, es necesario ser ingenuo o idiota, o un vendido; o los tres.

Lo que cambió sin embargo, es la situación de las ideas regionalistas/étnicas: al mismo tiempo designadas como "reaccionarias" o "pasadistas", al tiempo se encontraron "a la izquierda", y a menudo defendidas por "gente de izquierda" (como Morvan Lebesque, o aquel alcalde del amanecer "rojo", aquel profesor ex izquierdista...) mientras que la "derecha" seguía siendo soberbiamente hostil a las teorías "peligrosas para la unidad nacional" (i.e. el – melting pot francés) y "económicamente no rentables". El paisaje mental había cambiado y nuevas necesidades hacían mella en la población, en particular, la necesidad de pertenencia, empujado a continuación por una clase de reflejo vital. Los años setenta han visto una reclasificación teórica y la apertura del espectro regionalista a nuevos medios, no sin que la recuperación haga de la obra. Consecuencias políticas importantes se han derivado de esta fase "expansionista" del regionalismo: o un regionalismo duro infiltró el conjunto del dispositivo político local y tiende a hacer figura de "sociedad real, legítima", es el caso de la Córcega; o la idea regional, adoptada sobre el método menor por numerosos partidos, termina por escaparse a los grupos políticos que se autoreclaman y por convertir en la coartada de todos los partidos en búsqueda de electorado (caso de Bretaña). La coyuntura, en cualquier caso, era menos desfavorable que de hábito de la idea etnicista.